Un 10, por no dar un 100 a la comida árabe. Me chifla, me encanta, me vuelve loca.
El día que pisé Túnez, la verdad que pensaba que moriría de hambre... pero para nada. He de decir que me puse ciega a sopa de tomate, a breeks, una empanadilla grande que hacen con base de atun y huevo, que os tengo que enseñar, más temprano que tarde, a cuscus.... y claro, a esos super pasteles que hacen que quieres morir comiéndolos.
Bueno, en general la comida internacional me sorprende, y me encanta probarlo todo.
Supongo que si viajara a Thailandia y tuviera que probar los saltamontes, hormigas fritas, y todas esas asquerosidades, que aquí pensamos que lo son, pero seguro que no, lo probaría, y posiblemente me encantasen, y por unos instantes pensaría que es lo mejor que he probado nunca.
Soy rara, lo se, pero en casa, siempre me han dicho que hay que probar todo para saber si te gusta o no te gusta, y yo soy muy bien mandada.
De momento, y supongo que por mucho tiempo, no voy a enseñaros recetas de saltamontes, ni grillos, ni ningún tipo de bicho. Y supongo que estaréis encantad@s con esta decisión.
Hoy toca hummus, y es que es un aperitiveo riquísimo, que podemos comer a cualquier hora, y acompañarlo con muchos platos.