Durante las vacaciones, pase unos días con la familia en la playa. En realidad solo fui un día a la playa, ya que tuvimos tan mala suerte que estuvo lloviendo toda la semana y aproveché para visitar a unos familiares.
Ese día me sorprendió la comida que prepararon. Algo de lo mas rico que existe en el mundo, la tortilla de patata! pero "tuneada", y os prometo que estaba taaaaan buena que me hubiese comido 8 tortillas.
Ayer me desperté de la siesta y pensé en cenar tortilla, pero la verdad que me da muchísima pereza hacerla. Aún no le he cogido el punto, sobre todo al darle la vuelta, siempre se me desparrama toda y lo pongo todo perdido.
* nota mental: comprar una de esas sartenes que se les puede enganchar otra por arriba y cierran herméticamente*
* nota mental: comprar una de esas sartenes que se les puede enganchar otra por arriba y cierran herméticamente*
Pues después de intentar convencerme a mi misma de querer cenar otra cosa, hable con mi hermana y quedamos en el súper. Os juro que iba a comprar una bolsa de patatas para freír, pero mientras la esperaba y con lo a gusto que se estaba en el pasillo de los lácteos, las vi.... allí estaban, hechas y listas para comprar y comer. Y que deciros, yo soy partidaria de comerme las tortillas hechas por otros antes que comerme las mías!